En la actualidad tratar de equilibrar la vida familiar, laboral y escolar en la casa se ha hecho más difícil cada día ¿Por qué? Porque el ritmo de las grandes ciudades cada día avanza más, es por eso que es indispensable crear rutinas en casa para todo incluso para la comida, ya que como padres se debe ser responsable de lo que come nuestro hijo, donde y cuando lo hace.
Es muy importante destacar que hoy día nuestros hijos tienen acceso a todo tipo de comida, bebida y golosinas que no son buenas para su salud, y que a medida que va pasando el tiempo estos repercuten en su salud, convirtiéndolos en niños o adultos obesos con malos hábitos alimenticios.
Hace un tiempo un panel de expertos en psicología infantil dio a conocer una propuesta muy sencilla, que a la vez puede parecer simplista, pero de allí radica su eficacia. La misma propone que la alimentación debe guiarse por dos normas básicas:
- Los padres son responsable de qué, donde y cuándo come nuestro hijo.
- El niño es responsable de cuánto come.
Los padres deben decidir qué come, dónde y cuándo se come, esto se debe hacer con sentido común. Aunque lo ideal es mantener una alimentación balanceada, no se debe privar a los niños de comer cosas poco saludables, como pizzas y hamburguesas, ¿Por qué? Porque ellos deben aprender que no es sano comerlos, recuerda que mientras más restricciones tengan más lo van a desear.
De igual manera lo ideal es comer todos en la mesa de la cocina, compartiendo como familia que frente a la tv, aunque a algunos les resulte más divertido, para así poder tener momentos únicos y especiales.
Por otra parte es muy importante que confiemos en nuestros hijos al momento de ingerir alimentos, el cuerpo humano es muy complejo y si ellos se sienten satisfechos no debemos obligarlos a comer todo el plato de comida, ya que esto puede provocar comportamientos alimenticios alterados, erráticos y caprichos, los cuales provocan que luego toda la familia se preocupe por su alimentación.
