Inteligencia emocional en el bebé

Inteligencia emocional en el bebé

La inteligencia emocional en el bebé se forma durante los dos primeros años de vida, y si se desarrolla adecuadamente, el bebé será una persona saludable emocionalmente.

Muchas madres se preguntan cómo fortalecer el sano desarrollo emocional de los niños, por eso hablamos con el neonatólogo Hugo Muñoz, neonatólogo, quien nos explica que la inteligencia emocional y el apego, a través de la lactancia, son dos elementos fundamentales con los cuales se logran criar hijos estables y sanos emocionalmente.

La inteligencia emocional (IE)

Es la capacidad que tienen las personas para enfrentar diversas situaciones, entre ellas, reconocer los sentimientos propios y ajenos, así como el conocimiento que poseen para enfrentarlos. Según el especialista, el apego constituye “la base para desarrollar el sistema subcortical del cerebro de manera armónica; y esa parte subcortical es el sistema de las emociones”.

Esa característica se consigue con la presencia y el cariño que se le entrega, ante lo cual la mamá tiene un rol fundamental, porque desarrolla un nexo especial con él a través de la lactancia.

Esto no quiere decir que el padre esté excluido o no tenga participación en la formación de la inteligencia emocional durante la infancia; todo lo contrario, cuando lo acune, le haga cariños, cuando el niño sienta su presencia y sus olores se fomentará la IE del pequeño.

El doctor Muñoz explica que la estructura de la IE se da durante los dos primeros años de vida del pequeño, porque a través de la leche materna consigue los neurotransmisores necesarios para el desarrollo del sistema nervioso central.

“El déficit de neurotransmisores provoca individuos que crecen y tienen la sensación que el mundo les debe algo, les falta la felicidad. Faltan los neurotransmisores que hacen que uno a veces se sienta feliz, existen personas que carecen de esos mecanismos para producir neurotransmisores»

¿Cómo se desarrolla la inteligencia emocional?

Un bebé cuya inteligencia emocional se desarrolla adecuadamente a través del apego, será un niño seguro de sí, sin inseguridades que le pudiesen derivar en problemas emocionales durante su vida adulta, como autoestima baja y celopatías, por ejemplo.

El especialista recalca que la lactancia es fundamental en el apego, por lo que se hace necesario aumentar el post natal -a por lo menos- seis meses, para que la madre entregue los neurotransmisores necesarios para el desarrollo afectivo del pequeño, así se evitarán problema mentales en la adultez.

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